lunes, 22 de octubre de 2012

RESPIRAR

Hay momentos en la vida que te gustaría dar marcha atrás, que no pasará lo que está pasando o no haber escuchado lo que te han dicho. Cerrar los ojos, taparte los oídos y sentir esa tranquilidad tan ausente que sientes desde hace tiempo. 

Cuando el cuerpo se vuelve frágil, hasta el punto que no le apetece reír, ni comer y mucho menos pensar en algo positivo. Todo se vuelve un círculo vicioso del que es muy difícil tomar conciencia y salir de ese laberinto tan dificil para tí. Cuando pides ayuda a gritos pero no todo el mundo te oye, como cuando estas bailando desenfrenadamente con la música a tope y quieres decir algo, nadie te  está escuchando, pero todo el mundo está a tu alrededor. 

Añoras esa parte tranquila de tí, y tienes esa tensión tan fuerte que te atrapa todo el día y ese llanto continuo del que abusan tus ojos sin parar, día si y día también.Piensas en lo injusta que es la vida, en el por qué tienes que ser tú la persona elegida para vivir esa etapa de la vida que no quieres. Dicen que "Dios" manda estas pruebas a la gente que tiene fuerzas para superarlas, pero el cuerpo se agota y las fuerzas se gastan.

Poco a poco te das cuenta que la mente actúa por encima de tus posibilidades, que sin darte cuenta tus nervios se apoderan de ti y de tu cuerpo. Y cuando menos te lo esperas dan con tu problema, le ponen un nombre tan feo que da miedo pronunciarlo, y no sabes si realmente ese ha sido tu problema desde que empezaste o se ha generado a raíz de esa molestia tan grande. 

Cuando todo está bien no te das cuenta de lo que realmente necesitas, pero cuando algo en tu mecanismo falla, empiezan ha aparecer todas esas necesidades, a mi forma de entender vitales para el ser humano. En el que solo necesitas una llamada, un abrazo o una mirada para comprender que no vas a subir esa montaña sola.

Es difícil explicar ciertos sentimientos en tu vida diaria, como el de querer cerrar los ojos y que mañana sea un nuevo día, pero sabes que puede ser igual que el anterior, entonces te genera esa ansiedad que te deja sin aliento y otro día más necesitas RESPIRAR.




No hay comentarios:

Publicar un comentario