Pero pese a que odias los lunes o por lo menos yo los odio, tienes que empezar tu día. Para mí los lunes empiezan siendo odiados pero a medida que pasa el día me van gustando mucho más. Cuando el lunes va terminando ya queda menos para el viernes y lo mejor de todo es que tengo flamenco.
Para mí el flamenco es una espinita clavada desde pequeña, siempre me he querido apuntar pero no lo he tenido cerca de mi casa, así que ahora ha sido el momento de ello. Y aunque todavía soy un poco patosa, me lo paso pipa.
Voy con un dedo de mi mano, con una amiga de esas de las buenas, de las que hablaba en una entrada pasada, así que mi clase es mucho mejor con ella. Cuando bailo se me olvida por un momento todos esos pensamientos que a menudo están inundando mi mente y salgo mucho más relajada y contenta. Soy de ese tipo de personas que cree que no te acostarás sin aprender algo más.
Y hoy seguro que ese pensamiento será la falta de PERSONALIDAD. Para mí esa palabra tiene un significado de vital importancia para la vida de los seres humanos. Cada uno tiene que tener su propia personalidad, no valen copias baratas de gente, ni querer parecerse al prójimo. Eso es absurdo, por que nunca podrás ser igual que nadie.
Muchos dicen que "la envidia alimenta su fama", pero yo no creo que sea así. Desde muy pequeña mi madre me ha enseñado que la envidia no es sana, y que una persona envidiosa puede hacer mucho daño. Y te das cuenta que la falta de personalidad es algo que va de la mano de muchas personas. Cada uno es como es, y esa es una de las cosas que más valoro de la gente, que sea AUTÉNTICA. De la que puedo aprender y disfrutar de ella porque no se parece a nadie porque te enseña día a día cosas que tú no conoces por ser DIFERENTE.
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