Combustible para el alma

Nunca me ha dado miedo envejecer, cumplir años, por que creo que de cada etapa hay que sacar algo positivo y bonito. Y el cumplir años es el resultado de estar vivo. 

Pero sí tengo miedo a dejarnos de querer, a envejecer juntos por costumbre, rutina o por no saber que hacer el uno sin el otro. Parejas que cumplen cierta edad y saben que esa llama ya no quema, ahora se puede apagar con la dedos y ni si quiera darte cuenta. Hoy por hoy me parece algo tan subrealista como el mundo en el que vivimos...

                                 

Las miradas ya no son confesiones, los besos ya nos son sentimientos y los te quiero ya se agotaron. Los días pasan por que la vida sigue su curso, y cualquier excusa es buena para dejarse de hablar. Las reconciliaciones ya no acaban en la cama, el deseo se convierte en necesidad y ya nada tiene el mismo sentido.

¿Qué fue de nosotros? Del amor, del sentimiento, de los te quiero, de las noches abrazados, de los largos paseos, de los bailes, de las fiestas, de nuestras canciones, de los besos paralizándose todo alrededor...¿Qué fue de nuestra relación?

Te quejas de su cuerpo, de lo que tanto ha cambiado, pero no te das cuenta de que el tuyo ya no es el mismo, que la gravedad es la misma para todos y no entiende de sexos. Que lo que tu reprochas no lo predicas, que los años se marcan con arrugas, y en el cuerpo reflejas tus batallas. 

Y yo me paro a pensar, y digo si será normal que haya tanto cambio. Juráis amaros eternamente "ante los ojos de Dios" o de los del perro, pero lo juráis, y ya no se cumple. Las buenas palabras estaban a la orden del día y ahora lo más bonito que os decís es pásame la sal...

¿Cómo hemos llegado hasta este punto? Te preguntas una y otra vez, y mientras que buscas la respuesta van pasando los días, las semanas y los años. Hasta que un día ya no está, y tu mundo se desvanece, ahora sí que se desvanece. ¿Que curioso verdad? No te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes, y ahora que lo has perdido ya no tienes como recuperarlo. 

Por eso ama, ama hasta la eternidad con el mismo o con el siguiente, pero la rutina no es buena compañera y el amor no se puede apagar porque es el combustible de nuestra vida.

...El hábito convierte los placeres suntuosos en necesidades cotidianas.

Aldous Huxley (1894-1963)